domingo, 26 de febrero de 2012

DESTACADOS DEL OSCAR 2012

Brad Pitt y Angelina Jolie, usando un diseño de Atelier Versace 


Muda, francesa y en blanco y negro. Hacía ya unos ocho o nueve años que Michel Hazanavicius ya fantaseaba con hacer una película de estas caracteríticas que rindiera un sincero homenaje al cine mudo de Hollywood. Por aquel entonces, todos los productores pensaban que era un loco, un inconsciente y un testarudo. Sus argumentos eran muy claros: nadie querría ver una película así en pleno siglo XXI y todo intento supondría una caída libre al suicidio comercial. El cineasta tuvo que recurrir a su amigo Thomas Langmann para lograr la aportación económica, algo a lo que accedió como homenaje a su padre, que  también fue director y ganó un Oscar en 1965 por un cortometraje, y por la extraña conexión emocional que los une: ambos son hijos de padres judíos que crecieron en la clandestinidad durante la ocupación nazi de Francia. 
En las últimas ocho décadas, sólo un pequeño puñado de cineastas se han atrevido a hacer una película muda de cualquier tipo. Casi todos fueron cineastas de renombre como Luis Buñuel, Yasujiro Ozu y el más famoso de todos, Charles Chaplin. Hazanavicius no sólo ha hecho una película muda en la era del sonido, sino que ha hecho una gran película con cine como gran protagonista.
Emma Stone en un diseño de Giambattista Valli Couture SS 12. 

El resultado son 5 Oscars y una película a través de la cual Hollywood se reconcilia con su pasado. «The Artist» es ilusión y emoción en estado puro; una experiencia poderosa que con su silencio evoca la nostalgia de una etapa dorada ya olvidada. La película guarda parecidos con«Ha nacido una estrella», «Sunset Boulevard» y «Cantando bajo la lluvia». La conclusión, sin embargo, es que «The artist» no se parece a ninguna otra película. Y su victoria en los Oscar tampoco. La última película muda y en blanco y negro que obtuvo la estatuilla fue la primera de todas, «Wings» (1927). Casi ochenta años separan a ambas películas, y el cambio en la industria de Hollywood es muy notorio.
Meryl Streep en un diseño de Lanvin 

Es muy previsible ver que «The artist» no habría ganado el Oscar si se hubiera rodado hace diez años. Durante décadas, un éxito de taquilla legitimaba una película, le daba prestigio. El «buen gusto» se adjudicaba a aquello que convencía y gustaba a un público mayoritario, y el Oscar solía concordar con la elección del espectador que pagaba la entrada en el cine. Sin embargo, en los últimos años la Academia ha virado en su objetivo con el ansia de recavar mayor crédito y credibilidad. Fruto de este cambio fueron los triunfos de «En tierra hostil» en 2010 (la película ganadora de los Oscar menos taquillera de la historia) o «Slumdog millionaire» (una producción semiextranjera sin grandes nombres que encandiló a la Academia). «The artist» no sólo tiene el honor de ser la primera película muda que vence en los Oscar 83 años después, sino que además es la primera película procedente de un país de habla no inglesa que consigue el mayor galardón de la noche. Y todo eso a pesar de no haber cosechado un gran resultado en la taquilla norteamericana.
Demian Bichir y Stephanie Sherk
Milla Jovovich usando un diseño
de Elie Saab Haute Couture
 
Natalie Portman usando un diseño vintage de Diorhaute couture de la colección primavera-verano de 1954. 
Todos quienes han escrito sobre ella aludían a que era muda y en blanco y negro como un supuesto «inconveniente», pero es obvio que son sus principales armas para crear esta historia tan especial. Gracias a eso, el film ha cosechado esta noche los premios de mejor película, mejor director, mejor actor (Jean Dujardin), mejor vestuario y mejor banda sonora. Su victoria ha sido compartida con «Hugo», que ha conseguido el mismo número de estatuillas que el film francés. «Tengo un Oscar. Me olvidé del discurso», dijo nervioso y emocionado Hazanavicius que aseguró ser «el director más feliz del mundo» en el momento en que recogió su estatuilla. En su discurso quiso dar las gracuas a todo su equipo y a los productores del filme, e incluso se acordó del famoso perro de su película. Hazanavicius, de 44 años, triunfó en una categoría que le fue siempre esquiva a célebres realizadores galos como Jean Renoir (que fue reconocido con un Oscar honorífico en 1975), François Truffaut o Louis Malle. 

Con una gran sonrisa también subió al escenario Jean Dujardin, que se impuso a dos «pesos pesados» de Hollywood como George Clooney y Brad Pitt. «Amo vuestro país», dijo nervioso y feliz con su estatuilla en la mano y añadió que si su personaje en la película, el galán George Valentin, pudiera hablar exclamaría «es genial, es formidable», algo que expresó en francés y que remató con un baile de claqué. 
La otra gran protagonista de la noche fue Meryl Streep, que obtuvo su tercera estatuilla de su carrera 29 años después de su última victoria. La actriz, considerada una de las mejores intérpretes de la historia, entra así en un club muy selecto de intérpretes con tres premios.Walter Brennan ganó sus tres Oscar entre 1936 y 1940 y todos como secundario. Ingrid Bergman recibió uno en 1944 por «Luz que agoniza», otro en 1956 por «Anastasia» y un tercero en 1974 por «Asesinato en el Orient Express» como secundaria.
Charlene Wittstock y Alberto de Mónaco 
Jack Nicholson, el tercero en discordia, ganó en 1975 por «Alguien voló sobre el nido del cuco», en 1983 por «La fuerza del cariño»como secundario- y en 1997 por «Mejor imposible». Por encima ya sólo tiene a Katherine Hepburn, la reina indiscutible de los Oscar con cuatro galardones.

Otro genio del cine también consiguió estatuilla, pero no estuvo presente para recogerla. Woody Allen obtuvo el premio al mejor guión original, el cuarto de su carrera, gracias a «Midnight in Paris», su historia parisina en la que mezcla realidad y sueños, el momento actual y los años treinta.

En los apartados de actores secundarios, los ganadores de la noche fueron Christopher Plummer y Octavia Spencer. «Eres solo dos años mayor que yo querido, ¿dónde has estado toda mi vida?», dijo Plummer tras recoger la estatuilla y ser recibido sobre el escenario con una gran ovación y la audiencia puesta en pie. Comentario muy acertado puesto que tras el triunfo se convierte en el intérprete más longevo (82 años) en ganar el premio. Mucho más emocionada subió al escenario Octavia Spencer. La actriz de «Criadas y señoras» dedicó el premio entre lágrimas a su familia y al equipo del reparto de la película. «Gracias por estar en mi vida y a Steven Spielberg por cambiar mi vida», añadió en alusión al productor ejecutivo de ese filme.

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